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La lealtad del buen soldado.

En esta ocasión, me parece interesante reflexionar sobre el concepto de lealtad en
la empresa.

En el Cantar del Mio Cid ya hay una frase que nos invita a reflexionar sobre el
concepto de lealtad. Refiriéndose al Cid, alguien reflexiona “¡Dios, qué buen
vasallo!¡Si oviesse buen señor!” (¡Dios, qué buen vasallo! ¡Si tuviese un buen señor!)
Por lo tanto, desde los inicios de la tradición escrita en castellano, ya se recoge la
frustración del buen servidor bajo una autoridad intransigente, que tal vez no lo
merece.

En la mentalidad del líder tradicional, la lealtad se percibe como uno de los valores
fundamentales de sus empleados. Pero la lealtad, para ellos, implica resistir y
aguantar incondicionalmente. Creo que la misión de un líder es reconocer a
aquellos que, como el Cid, dan lo mejor de sí mismos por los objetivos que se le
plantean.

Hay un concepto de lealtad distinto al de la permanencia incondicional. Para mí es
leal aquel que mientras ha permanecido en una empresa, ha dado lo mejor de sí
mismo, tratando incluso de cambiar las cosas que no le parecían apropiadas. Para
mí es leal aquel capaz de levantar la voz y enfrentarse incluso a sus superiores
cuando honestamente piensa que hay mejores maneras de hacer las cosas. Si esto
se hace con ética y honestidad, creo que poco se puede reprochar a estas
personas. Al contrario, para conseguir resultados extraordinarios, las empresas
deben identificar y apoyar a este tipo de personas.

Este tipo de colaborador tal vez no se guíe hoy, como los caballeros medievales,
por códigos de honor, sin embargo, el empleado estrella probablemente tenga hoy
unos códigos más personales, pero igualmente sólidos. El trabajador dispuesto a
dar más de sí, a esforzarse, a implicarse y exponerse frente a los demás; a
arriesgarse, en definitiva, tiene indudablemente un sistema de creencias que lo
empuja a ir más allá que sus pares. Estas creencias pueden ser tan dispares como
personas hay en el mundo. Algunos pueden verse empujados por su propia
profesionalidad o por la ética del trabajo, pero los colaboradores excepcionales
normalmente se mueven por algo más que una sólida ética. La persona profesional
trabajará incansablemente, pero el auténtico líder hace algo más que trabajar: se
expone y utiliza su intelecto y su energía para objetivos superiores. Estas personas
seguramente querrán creer en la excepcionalidad, demostrar que es posible lo
imposible, demostrar que se pueden conseguir objetivos inimaginables. En
definitiva, en mi experiencia, los colaboradores excepcionales se distinguen porque
quieren promover cambios: quieren hacer de su equipo, de la empresa o del
mundo, algo mejor o más notable.

El auténtico líder, lo dará todo de sí, pero como el Cid, si las circunstancias lo
empujan lejos de Burgos; si después de pelear, perciben que una muralla se
interpone en su visión, renunciarán apenados buscando nuevas causas que
perseguir. En efecto, este tipo de personas proactivas son extremadamente
valiosas, pero precisamente por su inquietud, es fácil que encuentren alternativas.
El gran reto es asegurarse de que estas personas encuentren un ambiente donde
desarrollarse, para evitar que sigan otros caminos. En caso contrario, no se puede
acusar a estas personas de desleales pues dieron cuanto pudieron, mientras se
sintieron capaces.

Ante las deserciones de estos colaboradores, los más oscuros entre los gerentes
tradicionales, que normalmente sí reconocen la valía de quien pese a todo les pudo
haber desafiado, pueden reaccionar negativamente, muchas veces con rabia. Se les
acusa de traidores, exponiéndolos al juicio público tal vez con ira, como renegados
desleales.

La reflexión que estas personas deberían hacer debería ser más bien de autocrítica
¿fue el gerente, tal vez inadvertidamente, el que fue poco a poco ahogando las
esperanzas de los colaboradores y poniendo obstáculos a las conquistas que éstos
habían soñado?

La misión fundamental de un líder es, por lo tanto, asegurarse de que el talento
encuentre su sitio y de que los mejores colaboradores vean factibles sus
aspiraciones; porque así colmarán las de la empresa.

El primer paso, para ello, es aportar una visión de la empresa. Es esencial, por lo
tanto, reflexionar y comunicar el propósito de la empresa ¿cuál es el motivo último
para el que la gente vaya a trabajar, más allá de ganar dinero? ¿qué objetivo
excepcional queremos alcanzar como organización? La empresa debe invitar a
soñar y, después, hacer creíbles dichos sueños.

Jorge Melero

Jorge Melero

Jorge Melero es ingeniero industrial de formación, conferencista, docente y director general de una de las empresas más influyentes del sector de energías renovables en América Latina y España.

Poseedor de un MBA por la Heriot Watt University, ha dedicado su carrera profesional a ayudar a empresas del sector energético a expandirse y alcanzar niveles de crecimiento y excelencia operativa extraordinarios.

Su misión es inspirar a líderes, empresarios y profesionales para impulsar el cambio en la administración tradicional de la empresa hacia una gestión más eficaz para construir organizaciones modernas, éticas y con propósito.

1 Comment

  1. Alberto Calderon

    Asi es Jorge muy interesante tu Temario LA LEALTAD DE UN SOLDADO, me agarro en mi alma, tu conoces mi historia pero eso no me amilana, todo lo contrario me hace sentir mas fuerte, crecer mas como persona, y como dice en el Temario una persona Leal es dar lo mejor de si y en cualquier sitio donde se encuentre, una persona Leal es hacer ver la realidad de aquellos Gerentes que no llevan a un clima laboral aceptable, que no saben trabajar en Equipo, se dejan llevar por Chismes y lo tergiversan sin conversar con el Colaborador, Pero Como tu dices Uno tiene el TALENTO para seguir derramando semillas de crecimiento no solo en las Empresas sino en el largo Camino de la vida, Gracias Jorge y Gracias a todo el Grupo que lo Sigue , Seamos personas de Calidad, Dios y nuestra Patria nos Agradecera, Gracias Jorge.

    Reply

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Jorge Melero

Jorge Melero es industrial de formación, conferencista, docente y director general de una de las empresas más influyentes del sector de energías renovables en América Latina y España.

Poseedor de un MBA por la Heriot Watt University, ha dedicado su carrera profesional a ayudar a empresas del sector energético a expandirse y alcanzar niveles de crecimiento y excelencia operativa extraordinarios.

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